sábado, 23 de mayo de 2020

Capítulo 3




Gato está furioso después de la humillación a la que le ha sometido Demetrio. El hombre sólo quería a acostarse con el guapísimo candidato a empleado suyo. Demetrio está acostumbrado a tener todo lo que quiere y eso incluso cualquier hombre que le guste. No importa los métodos. No importa que el otro lo deseo. Gato para él ha sido como un delicioso pastel que se quería comer ahora ya no le interesa. A Gato nunca le ha gustado ser sólo un objeto para nadie y Demetrio se lo ha hecho sentir de la peor manera. Nunca nadie lo habia humillado de esta manera. Le rompe el cheque en la cara y le tira los trozos. Está furioso. Aunque antes se ha mostrado sumiso, ahora es agresivo. Demetrio le tiene miedo. Quiere llamar a seguridad pero Gato le agarra de la mano:
--¡¡yo he cumplido... usted no me conoce bien...¡
Los dos se miran con odio.
--¡¡me estás haciendo daño... basura...¡¡ ¡¡eres un maricón de mierda...¡  ¡¡como te atreves...¡¡ ¡¡te pagué más de lo que vales... si hubieras sido más cariñoso, pero no mereces más...¡
Gato desea matarlo:
-¡¡es usted despreciable... una basura...¡ ¡¡la gente como usted no debería existir...¡
Gato le retuerce el brazo impidiéndole que llame a seguridad.
---¡¡si no me sueltas voy a gritar...¡¡
Gato se ha dejado humillar porque confiaba que Demetrio le diera el trabajo que tanto necesitaba. Ahora ya se da cuenta que con hacer lo que él diga no logrará el puesto, no está dispuesto a dejarse pisotear. Está furioso:
--¡¡yo no vine a por esto... Yo quería un trabajo...¡¡
Pese a que la mirada de Gato es muy violenta, Demetrio disfruta usando el poder que tiene humillando a los demás:
--¡¡habertelo pensado antes de abrirte de piernas...¡ ¡¡yo no tengo la culpa que seas una putita que no puede evitar acostarse con todo hombre que se cruza... yo lo siento pero no es lo que quiero en mi equipo¡ ¡¡ya te di el gusto ahora te olvidas de mi...¡
Gato no da crédito a lo que oye. Sus ojos son de fuego. No puede creer que una persona sea tan cínica, que tenga tan mala entraña.
--¡¡¿¿qué?¡¡
Pese a la profanación a la que ha sido sometido por ese hombre Gato aún se sigue sorprendido más de lo podrida que él hombre tiene el alma. Lo suelta. Está casi en shock. Se lleva las manos a la cabeza. No puede creer lo que está viviendo. LLora de rabia.
--¡¡tiene que ser una pesadilla... usted no puede ser cierto...¡¡
Demetrio señala el botón. Sonríe burlón:
--si no te vas te sacó con seguridad...
Gato se lleva las manos a la cabeza. Trata de calmarse:
--hablemos como seres civilizados... Después de todo lo que me ha obligado hacer no me puede hacer esto... usted me dijo que...
Demetrio no lo deja seguir. Lo mira con cara de depravado y con sarcasmo le dice:
--¡¡yo tengo muy mala memoria y no recuerdo lo que dije¡ Todo el mundo me lo dice que prometo cosas que luego no cumplo pero si se me olvida... ¿¿qué hago?
Demetrio se ríe aunque el dolor y la rabia de Gato.
--¡¡y ahora vete no me gustan las lloronas...¡
Demetrio señala la puerta. Gato le suplica:
--¡¡si quiere se lo pido de rodillas¡ ¡¡no me haga esto...¡ ¡¡¡mi abuela se va a morir su usted no me ayuda...¡
Gato ha tocado tantas puertas que ya la única esperanza que tenía era la empresa de Demetrio, sólo con un trabajo como el que le ofrecía esa empresa hubiera podido costear los gastos de su abuela así que por ella decide seguir luchando. Se arrodilla ante el hombre y le dice:
--estoy dispuesto a lo que sea por el trabajo, en las condiciones que ponía el anuncio...
Gato nunca pensó que se tendría que humillar de esta manera para conseguir un trabajo pero está desesperado y no le gustaria salir de ese despacho sin un trabajo. Con cara de depravado Demetrio dice acariciándole el pecho:
-con tu cuerpo si les das a todos los hombres lo que me has dado a mí no tardarás en ganar mucho dinero... Yo te puedo dar clientes...
--¡¡es que no se cansa en humillarme¡¡ ¿¿que se ha creido que soy yo? --dice Gato enfurecido y dándole un empujón.
--¡¡un maricón de mierda que se acuesta con cualquiera por dinero...¡¡ --dice Demetrio muy ofendido y riéndose.
Gato trata de calmarse:
--tiene que ser una broma...
Se golpea los puños para no golpearlo. No puede creer que las cosas hayan llegado hasta tal punto, que la entrevista de trabajo que quería hacer con tanta ilusión lo haya llevado a ese camino.

El vecino de Gato está muy nervioso en casa de éste.
--¡¡no debiste dejar que se llevaran a la abuela de tu amigo...¡ ¡¡eres un imbécil, Cayetano¡ --se dice así mismo-- ¡¡tú sabes que Gato no le quiere deber favores a Zack porque luego se lo cobrará humillándolo...¡¡ ¡¡ahora se aprovechará de él con la abuela en sus manos...¡¡
Cayetano está muy angustiado.
--Gato me va a matar... ¡¡esto no me lo va a perdonar nunca...¡


Zack no piensa en aprovecharse de la situación. Él ama a Gato y daría su vida por él. Se hubiera metido antes si el orgullo de Gato se lo hubiera impedido pero Gato nunca aceptó nada de Zack ya que sabía que nacia del amor que siente por él y prefirió no mezclar las cosas. Ahora que tiene la oportunidad Zack está dispuesto a luchar por la vida de la abuela de su amado pese a él mismo. Lo único que le importa es ahorrarle el dolor de la perdida de un ser querido a ese hombre que tanto le importa. Zack, millonario pero solo, poco a poco su familia ha ido desapareciendo. Hasta que por casualidad conoció a Gato su tristeza era su única compañía y le da pena que él no le deje ayudarlo. El doctor le dice que la enfermedad de la anciana ya está muy avanzada, no le da muchas esperanzas.
--¡¡no la deje morir... gaste lo que sea pero no la deje morir¡ --suplica Zack desesperado.

De nuevo en el despacho, Gato está desesperado.
--¡¡es usted una basura...¡
--¡¿¿porqué te pones así? ¡¡no te he obligado a hacer nada que tú no querías...¡ ¡¡¡desde que te vi supe que eras gay y que te gustaba las cosas que te hice...¡¡
Humillado y furioso Gato le dice:
--¡¡pero también tengo pareja y estoy muy enamorado... No me gusta que me fuerzan y lo que usted hizo es casi una violación...
El hombre ha saboreado mucho el rico polvo y poco le importa el resto
--el problema es el casi...
Gato amenazante le dice:
--¡lo voy a demandar...¡ ¡¡esto ha sido acoso laboral en toda regla...¡
Demetrio está acostumbrado a hacer lo que se le pegue la gana. A reirse de todo el mundo:
--¡¡no trabajas para mí... no es acoso laboral...¡¡
--¡¡usted me obligó a dejarle violarme a cambio de un puesto de trabajo...¡
--tú te acostaste conmigo porque se te pegó la gana, nadie oyó tus gritos así que nadie creerá que no querías... Todos se darán cuenta que sólo eres un mariconazo de mierda que se aprovecha de su cuerpo así que --burlón-- bonita, yo sí tengo trabajo no puedo perder más el tiempo contigo...
Gato ya se da cuenta que no va a lograr nada y almenos se desahoga. De un puñetazo tumba a Demetrio. Al hombre le sangra la nariz. Gato se va, le duele el puño. Demetrio está furioso.
--¡¡te voy a destruir...¡¡¡voy a acabar contigo...¡¡
Gato sale del despacho deprisa. La secretaria se le acerca:
--¿¿qué pasó?
--¡¡que su jefe es un cerdo...¡
Gato mira a los chicos con pena:
--¡¡yo de ustedes me iría...¡
Nadie le hace caso y se va. Las chicas lo ven irse resignada.

Gato llega a su casa deseando consolarse en los brazos de su abuela.
--¡abuela...¡¡abuela...¡
Cayetano lo estaba esperando.
--tu abuela no está...
Cayetano está muy serio. Gato se desespera. Se teme lo peor.

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