Zack y Gato están paseando por el jardín de la mansion del primero tomados de la mano. Zack no se atreve a mirarlo a los ojos,no puede creer que lo que esté viviendo sea real.
--Me vas a mirar siempre así? --pregunta Gato.
--así como?
--No sé... como si no fuera normal. Me gustaría que fueras el amigo que siempre tuve...
Zack balbucea, llora de felicidad:
--es que es tan grande que me ames, que te haya besado...
--Nos vamos a casar...
Zack está abrumado:
--No sé si lo voy a poder soportar.
--Pues yo espero que sí, espero que después de la boda me veas como a un chico normal. Si me sigues viendo como a un personaje de fábula no vamos a poder llevar una relación feliz...
A Zack le asusta que después de haberse sentido en sus brazos acaben mal. No soportaría perderlo.
--No --dice muy ansioso-- ¡¡no quiero perderte...¡ Espero que me tengas paciencia...
--Te la tendrá, además estoy seguro que cuando me conozcas un poco más a lo mejor no me vas a querer tanto...
Zack se apresura a decir:
--¡¡eso es imposible... eres el mejor hombre del mundo...¡ ¡¡eres perfecto¡
Gato le sonríe con cariño:
--que sea bello por fuera, si quieres perfecto por fuera aunque yo creo que exageras, pero te aseguro que por dentro estoy muy lejos de ser perfecto... pero muy lejos...
--No, yo sé que no... Por fuera eres muy bello pero eso no importa. Eres demasiado bello por dentro, más de lo que lo eres por dentro...
A Gato le produce mucho dolor la manera en la que está engañando pero se justifica pensando que Zack, aunque sea con embustes, será feliz y él necesita vengarse de Demetrio, necesita olvidar a Cayetano. Hacerle sentir que no le importa.
--Las cosas no son como tú piensas... soy un tio común, como tú.
--¡qué dices¡ ¡¡tú eres una maravillosa y yo soy una basura...¡
Gato lo mira muy serio:
--¡¡te prohibo que hablas así de ti, ni yo soy nada del otro mundo ni tú eres menos que yo...¡
Zack está sorprendido y emocionado:
--¿como me puedes comparar contigo?
Gato lo acaricia con ternura:
--tienes mucho que aprender de la vida.
Zack, lo ama. Lo admira:
--quiero vivir siempre a tu lado.
Gato lo trata con cariño. Aunque lo rechaza en el amor si lo quiere como amigo.
--Si supieras las cosas que soy capaz de hacer...
--¡¡tú no eres capaz de hacer daño a nadie¡
A Gato le duele la inocencia de Zack, que lo defienda, que crea ciegamente en él cuando es a él a quien está lastimando.
--Soy vengativo. Tú lo sabes...
--pero tienes razón... Yo estoy dispuesto a ayudarte a lastimar a ese hombre que te hizo daño. ¿como vas con eso?
--No quiero hablar de ese tema...
--Si bueno ahora cuando nos casemos ya no me tendrás que dar explicaciones. Desde el momento de la boda te cedere la mitad de mis bienes y te daré el control de mi mitad... Yo sé que el dinero que heredé de mis padres estará mejor en tus manos...
Gato quiere usar ese dinero para vengarse de Demetrio y también tiene planes para Cayetano. De todas formas finge que no le interesa.
--No tienes porque hacerlo. No me interesa tu dinero. No quiero que nadie te vaya a poner en mi contra. Van a decir que me he casado contigo por tu dinero...
--Puede ser... En realidad a nadie se le podrá meter en la cabeza que alguien como tú se haya enamorado de alguien como yo...
Gato lo mira regañón:
--No vuelvas con lo mismo. No quiero que digas esas cosas... ¿o es que tú también crees que me interesa tu dinero?
Zack es tajante:
--¡jamás¡ ¡¡yo pongo en el fuego por ti¡ Yo no entiendo que has visto en mí pero sé que no es por mi dinero... Me amas y es algo increible --su corazón late con fuerza--pero sé que a ti te daría igual si yo quemara todo ese dinero.
Gato fuerza una sonrisa. Le duele la confianza que Zack tiene en él. Sabe que si en algún momento descubre la verdad le va a hacer mucho daño pero no está dispuesto a dar un paso atrás.
--el dinero es necesario. Tampoco permitiría que perdieras tu patrimonio aunque lo logico es que siga en tus manos...
Zack le pone las manos en las mejillas. Su tacto, su aroma lo embriaga.
--Yo no entiendo de dinero y no estoy seguro de lo que mis contables hacen con él... No podría vivir nuestro amor tranquilo desconfiando de ti, para que seamos una pareja no puede haber mi dinero... es nuestro dinero... Desde el momento en que seamos un matrimonio lo compartiremos todo...
--que así sea --dice Gato acariciándolo.
Zack lo besa con timidez, Gato se fusiona con él. Zack lo abraza contento. Parece un niño ilusionado.
--No sé si me acostumbraré a esto, a estar a tu lado... A que estemos juntos...
Gato le acaricia la cabeza fraternalmente:
--pues yo espero que sí por el bien de nuestro matrimonio. De todas formas estoy seguro que cuando me conozcas un poco más no te pareceré tan maravilloso y tendrás ganas de perderme de vista...
--Yo te amaré toda la vida... Siempre serás mi Luz, mi Dios...
--Tampoco quiero que sea así... pero bueno... Por eso quiero que nos casemos, es necesario porque sino tú nunca me verás como normal...
Zack no hace más que hacer muecas y dar pequeños saltitos. Está entusiasmado.
--La boda quiero que sea pronto, lo antes que se pueda... Muy intima... No quiero que le demos explicaciones a nadie...
Zack lo mira muy enamorado. Lo acaricia con timidez:
--para mí un matrimonio es cosas de dos... no necesito nada más... Sólo a ti. Haré lo que siempre tu digas.
Gato sonrie y Zack lo acaricia y lo abraza.
--ya me tengo que ir. No quiero que mi abuela esté sola por más tiempo...
--Yo creo que tu abuela se podría venir a vivir ya a mi casa...
--No espera a la boda...
--como quieras...
Gato le da un beso en los labios que Zack saborea:
--ya me voy. Descansa. Mañana nos vemos y comenzamos con los trámites.
Muy ilusionado Zack le agarra de la mano:
--ya quisiera que estuvieramos casados. No sé si podré dormir...
--pues procura que si...
Gato se despide de él con cariño. Zack se queda mirándolo hasta que se va en el auto que le ha regalado Zack. Cuando se aleja Gato se pone triste. Golpea el volante:
--soy un miserable...
Le duele la alegría de Zack pero más le duele Cayetano y Demetrio:
--¡¡los dos se van a arrepentir de haberme humillado¡¡
Zack mientras entra en su casa. Salta y salta. Está feliz.
Al llegar a su vecindad, Gato se encuentra con Cayetano.
--hola ¿subes?
Cayetano lo trata con cariño. Es un buen amigo y le gusta acostarse con él. Gato está muy herido, lo mira furioso. Cayetano lo acaricia y Gato se estremece.
--ven vamos al cuarto --dice Cayetano devorándolo con los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario