sábado, 23 de mayo de 2020

Capítulo 1



Gato es un hombre de 30 años. Muy muy guapo, levanta pasiones a su paso. Aunque él trabaja gracias a su cuerpo, aunque se lo cuida porque sabe que es vital lucir atractivo es tímido y le da vergüenza despertar deseo en todo el mundo. Entra en unos oficinas. . Le da la hoja:
--siéntese, en seguida lo llamo...
Le mira el culo. Llena unos jeans estrechos que le hacen un culo muy lucido.
--que culo...
Gato se gira:
--¿¿como dice?
La chica sonríe pícara y dice:
--que ojala te den el puesto a ti...
Gato sonríe tímido.
--buenas --dice al sentarse.
Hay risitas por el comentario de la secretaria pero también algunas miradas de rabia ya que se da cuenta que las chicas de la empresa han quedado encantadas con el recién llegado. La secretaria, para envidia de sus compañeras, trata al guapísimo hombre al cuerpo de rey.
--¿quieres un café?¿un dulce?
A Gato le pone nervioso que lo traten mejor que a los demás. No le gusta las miradas de la mujer. El jefe desde dentro de su despacho dice:
--que pasa el primero...
Todos lo oyen por el interfono. En seguida el que llegó en primer lugar se levanta pero la secretaria se dirige a Gato y le dice:
--es su turno, pase usted.
Todos miran molestos a Gato. Con timidez el guapísimo hombre dice:
--¿y ellos?
La secretaria le va dando empujón a Gato para que entre en el despacho. ASí aprovecha y le toca el culo. Además no se quiere arriesgar a que su jefe se encapriche con otro. Le gusta mucho el Gato (como a todas) así que dice:
--no va por turno de llamada... sino por orden alfabético...
--pero --protesta Gato.
La secretaria, con las dos manos en el culo del Gato, de un empujón lo entra en el despacho.
--¡¡aquí está el primer candidato, señor Vallejo¡ --dice la secretaria.
La secretaria vuelve a su sitio. Todos murmullan. Nadie está de acuerdo en que Gato haya entrado primero. La mayoría porque no es justo, otros porque han quedado fascinado por el guapo galán y querían disfrutar de él por más tiempo. El jefe de la empresa estaba sentado en su butaca. Es un hombre de 50 años. Atractivo. Está concentrado en unos papeles, va mirando de abajo arriba a Gato. Se para un poco en el gordo paquete que se le ve en los genitales.
--madre mía --susurra.
A Gato nunca le ha gustado que lo miren de esa manera y menos un desconocido y menos una personaje al que va a pedir trabajo. El jefe se levanta y devora y desnuda con la mirada. El jefe no desea otra cosa que tenerlo desnudo en su cama y desde la situación que tiene sabe que no le es difícil lograrlo. Sonríe con cara de depravado. Muy incómodo y manteniéndose a las distancias, Gato acerca su curriculum al hombre:
--yo creo que soy la persona idónea para el trabajo, soy bueno y me encanta bailar. Señor Vallejo, si me contrata no se va a arrepentir...
El jefe de la empresa lo devora con los ojos:
--eso no lo dudo --jadea.
Gato está muy nervioso:
--como ve no tengo mucha experiencia pero he bailado en teatros, siempre le hecho ganas... Señor Vallejo, en serio... Necesito esta oportunidad...
--LLamame, Demetrio... --dice con una sonrisa y mirando el curriculum-- Marcos... Marcos Reyes...
Para Gato conseguir ese trabajo es casi cuestión de vida o muerte. Sabe que depende mucho de caerle simpático al que será su jefe.
--Mi amigos me llaman Gato... --dice con timidez.
Demetrio lo mira con interés:
--Gato?
--sí por mis ojos...
Demetrio se pega a él aunque en seguida Gato se aparta nervioso.
--lindos ojos... como todo tú...
Demetrio está muy excitado:
--tiene que ser gay... ¡¡tiene que serlo...¡ --piensa.
A Demetrio Gato le gusta mucho y siente que si no lo posee va a enloquecer.
--si no es gay será un placer iniciarlo --dice para si con una pícara sonrisa.
A Gato no le gustan nada las miradas, las sonrisas del hombre. Si no fuera porque necesita mucho el empleo Gato se iría en ese mismo momento.
--Baila para mí --dice Demetrio.
Gato procura no pensar en las calientes miradas del jefe. Sólo son unos segundos porque Demetrio no puede más:
--¡¡para, para...¡
Demetrio está muy cachondo. Gato lo mira nervioso.
--si no le gustó sé otros bailes...
Con una sonrisa de depravado Demetrio dice:
--¡quitate la ropa...¡
Gato se queda sorprendido:
--¿como dice?
Demetrio le acaricia el pecho:
--quiero verte desnudo...
Gato no se puede apartar más porque ya ha llegado a la puerta. Sólo le queda irse. Lleva demasiado tiempo buscando trabajo y sabe que esa empresa es la mejor del país, que pagan bien. Es lo que necesita.
--no creo que el desnudo esté dentro de mi sueldo...
--Yo contrato un cuerpo y tengo derecho a saber si es de verdad...
A Gato le asquea la mirada de depravado de Demetrio pero obedece. Se queda en tanga. Está muy provocativo. Se pone la mano delante.
--¡¡quiero verlo todo¡ --exige el hombre.
Gato se siente muy humillado:
--por favor... Esto no es necesario... Nadie en su compañía baila en bolas...
Demetrio le golpea las manos. Gato está tenso, Demetrio está muy excitado por ese gran bulto que cuelga. ¡lo quiere ya...¡
--¡¡sacate el tanga o te lo saco yo...¡¡
Gato le da un empujón. Va hacia la ventana. Verle los gluteos lo tiene a 100.
--¡¡yo necesito el empleo...¡ --suplica Gato.
--pues quiero saber hasta dónde estás dispuesto a llegar... --dice Demetrio acercándose a él con cara de depravado.
Gato quiere huir pero apela a la bondad de Demetrio. Lloroso le dice:
--llevo meses buscando trabajo. Mi abuela se está muriendo, el tratamiento es caro y no lo puedo pagar... Si no consigo un empleo se va a morir...
Demetrio sonríe:
--tenerlo va a ser más fácil de lo que pensé --dice para sí.
Demetrio está pegado a Gato:
--genial, entonces haz todo lo que yo te diga...
Demetrio le va bajando el tanga. Gato se siente profanado pero no hace nada. Lo acepta resignado confiando que Demetrio se queda ya satisfecho.

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