sábado, 23 de mayo de 2020

Capítulo 23






Gato mira atentamente a Margarita que asegura saber cómo destruir a Demetrio.
--la escucho
--pero necesitará dinero
--no es problema...
--si claro, que tonta...
Margarita se acerca a la puerta. La abre. No hay nadie cerca. La vuelve a cerrar:
--es que en esta empresa hay gente muy chismosa...
Gato se ríe:
--no me diga --dice con ironía.
--Así mismo... por suerte a mí no me gusta hablar...
--si claro, pero cuénteme...
--Pues mire usted sabe que el señor Demetrio... bueno Demetrio porque ese de señor no tiene nada...
Gato trara de no perder la sonrisa para no molestar a la mujer pero está perdiendo los nervios. Tiene muchas ganas de saber lo que le tiene que decir.
--Pues el hijo mayor, Valentín... Es hijo de mala madre... De una ramera... vaya...
--¿una ramera? ¿la esposa de Demetrio es una ramera?
--No ella no es la madre... Es un hijo al que le colocó una ramera, lo tuvo de jovencito... Lo que pasa es que el abuelo de Demetrio no quería nada a la señora Estela.
--la mujer de Demetrio...?
--así es... Entonces la herencia la dividió en dos partes, una para su hijo y otra para Valentín... pero Valentín estuvo muy enamorado de una drogadicta e hipotecó la mitad de la casa...
--¿eso hizo?
--Sí su padre la está pagando como puede... pero el plazo está apunto de vencer...
Gato sonríe:
--es una idea brillante...
Margarita está encantada de haber ayudado al guapo jefe. Sonríe enamorada. Lo mira impresionada.
--gracias, se puede retirar...
Margarita se va pero no deja de mirar hacia atrás. Le gusta mucho Gato:
--lastima que no sea hombre --dice para sí.
Ya a solas, Gato hace una llamada.
--a ver cuanto le dura el amor por ese niño a Cayetano cuando sepa que la familia está en la ruina...
Hace una llamada de teléfono...


3 días después... Gato sale desnudo de la ducha. Zack tiene mala cara.
--¿qué te pasa?
--¡¡qué te pasa a ti¡¡ A veces te comportas como si no me quisieras...
Gato se va vistiendo ignorando a su marido:
--en la noche no tenía quejas...
--¡¡pero por el día sí¡ ¡¡soy tu marido, no tu amante...¡
A Gato le sorprende los reclamos. No esperaba que Zack sacara las uñas tan pronto. El chico lo hace con timidez pero es que no entiende la actitud de Gato. Le encanta verlo desnudo, fornicar con él:
--¡¡soñé contigo muchas cosas que no se están cumpliendo, para mí el sexo es lo de menos...¡
Gato le sonríe pícaro:
--pero bien que lo disfrutas..
Lo acaricia y Zack se estremece, Normalmente las caricias de su amado le hacen perder la razón pero ese día no. tienen que dejar las cosas claros.
--¡no seas cochino... quiero hacer más cosas contigo¡
--somos un matrimonio, te juro que las haremos...
--¿¿cuando?¡
--No me presiones...
Gato usa un tono duro. Entonces Zack se calma. Lo ama demasiado y tiene miedo que perder.
--es que yo te amo tanto...
Es ya el mismo Zack de siempre. Por un momento Gato pensó que habria empezado a madurar pero ve que sigue dependiendo de él. Zack tiene miedo que Gato lo abandone. Le reclama pero ya no molesto:
--es que ni siquiera se lo has dicho a tu abuela... Ella sigue viviendo en la miseria cuando tú eres millonario... Es algo que no entiendo...
Gato toma aire.
--¿es que te avergüenzas de mí? --dice Zack triste.
Zack agacha la cabeza. Gato en cuclillas lo acaricia.  Siente culpa por estar lastimando a alguien que lo ama de una forma incondicional pero la verdad es que no se atreve a decir a su entorno que se ha casado con Zack. Además sabe que a su abuela no le puede mentir.
--lo que pasa es que mi abuela no iba a entender mis planes de venganza...
--¿aún sigues con lo ese hombre que te humilló?
--tu me apoyaste para que lo destruyera...
--claro yo te apoyaré siempre pero tu abuela...
Gato le pone la mano en los labios para que no siga hablando:
--mi abuela es feliz en su casa. No se va a querer cambiar...
--si pero ¿¿qué le has dicho?
--que estás enfermo y que me he quedado contigo para cuidarte...
--¿y eso hasta cuando?
--dame tiempo... Además no sé como decirle el cambio de casa...
Zack no lo sigue:
--¿qué casa?
--Compré la hipoteca de la casa de Demetrio, bueno la mitad... Hoy nos mudamos...
--¿a una casa en la que vive gente? --sorprendido.
--sí, te molesta? Si lo prefieres te puedes quedar aquí...
Zack se levanta:
--mi lugar es contigo...
Gato fuerza una sonrisa. Le hubiera gustado que se quedara.
--bueno, pues te vengo a buscar más tarde... preparalo todo...
--¿donde vas?
Zack se calla. Sabe que Gato no quiere que le haga preguntas. Gato le da un beso en la mejilla y se va. Lo deja solo. Zack se queda con una sensación agridulce. El sueño se le está rompiendo pero lo ama demasiado a Gato como para reconocerlo...



Gato se reune con Cayetano. Fornican. Es un polvo rápido. Luego mientras se viste, Gato le entrega un buen dinero. Cada vez espera que Cayetano se sienta mal de estar vendiendo su cuerpo pero el chico está encantado.
--por cierto, tu amante te sigue buscando... Espero que no lo veas... Si me entero te dejo y él no tiene nada... ¿sabes que su familia está arruinada? Precisamente hoy me instalo en su casa...
--¿qué?
--apenas tiene nada y yo cada día tengo más... Así que no te conviene quedar mal conmigo.
Gato lo besa y se va. A Cayetano no le hace ninguna gracia que Gato esté arruinando a su otro amante.
--¡¡ahora sí tendré que dejarlo...¡ ¡¡ojalá Zack se muriera... lastima que no pude impedir la boda...¡ ¡¡¡si me casara con Gato...¡

Por otro lado Zack llega de la mano de Gato a la mansión de Demetrio. Se instalan alla para sorpresa de toda la familia. En especial de Demetrio y Diego.

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