Capítulo 22

Gato sabe que su matrimonio con Zack es una victoria sobre Demetrio. Desea borrar de su rostro esa sonrisa cinica.  A Demetrio le gusta mucho Gato, pero lo que más le gusta es humillarlo. Con tono de burla dice:
--así que te casaste, no te creí tan ambicioso.
A Gato le molesta mucho el tono de desprecio que usa Demetrio. No lo ve vencido. Aunque su prioridad número 1 son Diego y Cayetano, Gato se jura así mismo no descansar hasta ver a ese hombre que lo mira como si fuera un ser superior a él. Gato no se quiere hacer mala sangre. Sabe que tiene el poder, que tiene una fortuna que Demetrio  no supera.
--¿me vas a denunciar...?
Demetrio sonríe, se muestra coqueto. Su mirada de depravado asquea a Gato. Se va apartando de él, Demetrio lo acorrala porque tampoco tienen mucho espacio. Pega su cuerpo al de Gato. Le hace sentir su aliento, su cuerpo deseoso de él:
--sabes que no puedo, me vas a echar de cabeza a los abogados de tu maridito...
Gato se zafa de él. Se va acostumbrando a ser poderoso y le gusta:
--¡mis abogados¡ Zack me cedio la mitad de sus  bienes y manejo el resto...
Gato ha aprendido de él su mirada de triunfador:
--Así que toda la fortuna de la que presumían los Spencer es mía... Y tú sabes lo poderosos que eran ellos, su poder, su dinero... ¡¡todo¡ ahora es mío.
Demetrio traga saliba. No le interesa que Gato sea tan poderoso. Trata de que no se le note ni estupor ni que está molesto. Se muestra irónico:
--eres más listo de lo que pensaba... Pero de igual a igual...
 Demetrio lo iba a apretar pero Gato se le escapa y le dice:
--soy tu superior, en mucho. Quiero que vacies mi despacho... ¡¡ahora¡
Demetrio le pellizca el culo y con mirada de pervertido dice:
--podemos llegar a un arreglo...
Se abre la puerta y Gato sale el primero. Ante todos los empleados dice usando el tono de jefe:
--¡Yo ahora soy el dueño de esta empresa y su director... tú y yo no tenemos ningún acuerdo que llegar... a lo sumo estudiaré si me sirves como ayudante...¡
A Demetrio le da mucha rabia verse humillado ante esos empleados que él tanto humillado. Margarita y los otros le dan la bienvenida al jefe. Margarita no oculta lo "enamorada" que está de Gato o más correcto sería decir, de su cuerpo. Lo besa cerca del labio y lo abraza. Tiene sus manos cerca de ese trasero que la enloquece.
--que bueno está --susurra.
--¿me decías algo?
Margarita sonríe con disimulo:
--que me alegro de verlo... Creía que ya no vendría más y nos dejaría con esto.
Todas miran con desprecio a Demetrio. Al maduro exdirector le duele que todos estén encantados con el joven Gato. Para tratar de humillarlo Demetrio dice:
--A mi no me ha quedado claro si esta empresa o es tuyo o de tu marido... el millonario Spencer gracias al cual has pasado de ser un muerto de hambre a multimillonario...
Gato puede ver la decepcion en sus empleados. En especial de Margarita.
--tan guapo y maricón... que desperdicio --dice con tristeza.
--¡Yo soy el dueño de la empresa y no importa el resto...¡
Margarita que lo está admirando con cierta pena:
--tal vez es que no sabe lo que es una buena mujer --piensa para sí dándose esperanzas.
Gato la llama:
--¡Margarita¡ ¿¿me oye
Pero ella se había quedado embriagada mirándole los genitales.
--¡Margarita¡
La mujer se sobresalta:
--si... digame...
--¡Demetrio está despedido, quiero los papeles ya...¡
--con mucho gusto...
Demetrio mira con rabia a Gato:
--¡¡esto no se va a quedar así¡
Gato lo mira amenazante:
--¡puedes jurarlo...¡
Gato entra en el despacho cierra la puerta. A Demetrio le molesta como lo miran todo.
--¡¡a trabajar¡
Margarita se le enfrenta:
--ya no eres nadie en esta empresa...
--¡¡pues a ver como les va con el maricón¡ --dice molesto.
Demetrio va hacia su antiguo despacho. Margarita no quiere dejarlo pasar pero él le da un empujón. Gato tiene el retrato de Demetrio con sus hijos.
--¿tus hijos saben que eres una basura? --Gato con rabia.
--Tu marido sabe que solo lo quieres por su dinero...? --Demetrio sarcástico.
se hace in silencio:
--si claro, es tonto pero no tanto para creer que lo puedas amar... --Demetrio riendo.
--¡no te metas en mi vida...¡ --Gato con odio.
--me meto en lo que sea... --dice Demetrio mirándolo con cara de depravado-- ¿què pasará si le digo a tu marido que no lo quieres, que te has casado con él sólo por su dinero?
--que pasaría si le digo a tu esposa que eres un maricón como yo... ¿les gustará a tus hijos? -Gato usando el mismo tono sarcástico que el otro.
--podemos llegar a un acuerdo... Tú me gustas y yo sé que...
Demetrio babea por él. Gato no lo deja seguir y con odio le dice:
--¡¡me das asco... no voy a parar hasta que me pidas perdon de rodillas..¡
--¡¡de rodillas te pondrás tu mil veces para hacerme una rica mamada todas las veces que yo quiera. Te alimentarás de mi leche y lo disfrutaras...¡ --con cara de pervertido.
--¡¡jamás¡ --con odio.
--¡eso ya lo veremos...¡ --desafiante.
Demetrio va hacia la puerta:
--¡¡meteré las cosas en cajas y las dejará abajo... no te quiero volver a ver...¡ --Gato con ganas que se vaya.
Demetrio lo mira con cara de depravado.
--¡¡nos vemos...¡¡ ¡¡claro que nos veremos...¡
Demetrio está molesto pero también enloquecido de deseo. Gato le gusta mucho:
--ese caramelo es mío... ¡tengo que disfrutarlo hasta la saciedad...¡
No sabe cómo pero Demetrio está decidido a tener a Gato en su cama todas las veces que le dé la gana. Gato se siente tranquilo en parte. Demetrio no le importa tanto, ya lo ha humillado bastante. Ahora sus energías están centradas en Diego. Aunque la foto es antigua lo reconoce de entre los 5 hijos de Demetrio:
--¡maldito, maldito¡
Llama a Margarita. Esta llega enseguida.
--quiere algo señor...?
--Necesito un favor... Quiero saberlo todo de Demetrio. No sé... de sus finanzas de algo...
--¿que quiere exactamente?
--¿usted sabe algo que lo pueda destruir...
--se quiere vengar de él por algo?
--si, eso quiero.
Gato tiene miedo que le pida explicaciones pero Margarita no lo hace. Sólo le dice:
--pues yo sé como...
Gato la escucha con interés.