sábado, 23 de mayo de 2020
Capítulo 19
Cayetano está decidido a lograr que Gato se case con él.
--tengo que averiguar todo sobre esa boda y Gato será mío.
Cayetano se siente muy feliz en todo ese lujo que lo rodea.
--No me tengo que quedar solo en este apartamento... Será todo mío... Mío.
Cayetano va pensando:
--Tal vez debo dejar que se casen... si Zack muere antes que Gato, yo me podía quedar con todo.
Nunca pensó tener tanto dinero, se conformaba con menos de lo que ya está logrando pero le ha despertado su ambición. Ya no se conforma con un poco, lo quiere todo. Gato lo sabe, sabe que no puede confiar en él aunque le duele. Le duele que su amado sea así. Mientras va en su auto sus ojos se le llenan de lágrimas:
--No me quiere, lo tengo que aceptar.
Quisiera poder dejarlo, ignorarlo. No le gusta tener que pagarle por hacerle el amor.
--seguro que ahora debe estar pensando en cómo estropear mi boda...
Sonríe con melancolía:
--si supiera... Si supiera que la proxima vez que me vea ya será tarde...
Gato lo tenía todo calculado. Zack lo espera ya en el porche de su casa. Va como él vestido con unos jeans. Está muy ansioso:
--¡¡creí que no llegabas... es tarde...¡
Gato sonríe:
--No es tarde... llegamos a tiempo.
Zack se sienta al lado de él. Lo mira enamorado. Siente que su corazón va a estallar de felicidad.
--No me puedo creer que en unos horas vaya a ser tu marido...
Gato le sonríe con ternura, lo acaricia suavemente.
--no horas. En unos minutos seremos un matrimonio.
La respiración de Zack es entrecortada:
--Mi marido... No me lo puedo creer... Es mi sueño... Mi sueño.
--espero que ese sueño no se te convierta en una pesadilla --susurra Gato.
--¿como dices?
Con una mano en el volante, con la otra le agarra su mano, se la besa y le dice Gato:
--nada, no pasa nada...
Zack se estremece. No imagina lo que será casarse con Gato, ser suyo en cuerpo y en alma. Sobretodo en alma. Eso es algo que lo tiene muy nervioso y también muy contento. Vibra sólo de pensarlo. Gato se da cuenta del deseo que ve en los ojos de Zack, es un deseo timido, mezclado con miedo. Es como si fuera su primera vez en el sexo. A Gato le emociona la inocencia de él pero le duele tenerlo engañado.
--Se me hace raro eso de casarme contigo... No sé, no me hago a la idea. Es una boda tan rara...
--Tal vez hubieras preferido otra boda?
Zack no lo imagina, pero Gato ha querido una boda secreto por dos motivos principalmente: la vergüenza que le supone casarse con él y el que alguien trate de impedir esa boda. Zack lo mira enamorado y muy feliz:
--¡no¡ no me estoy quejando. Es la mejor boda del mundo porque es la nuestra... Yo no me voy haciendo una boda espectacular. Sólo me basta que estés tú...pero es que así vestidos ¿quien va a pensar que nos casamos?
Gato sonríe:
--de eso se trata...
--¿y tu abuela?¿crees que me va a querer como nieto?
Gato se queda pensativo, recuerda las palabras de su abuela. La pobre anciana está segura que su nieto es incapaz de una mala acción. Gato siente mucho remordimiento pero no está dispuesto a echarse atrás.
--¿pasa algo?¿tu abuela no me va a querer? --pregunta Zack con miedo.
Gato mira a su futuro esposo con compasión:
--mi abuela te adora...
--¿y porque pusiste esa cara? ¿qué pasa? Ella cree que soy demasiado poco para ti ¿no?
Gato ha parado el auto, mira a Zack triste:
--posiblemente piense que el que es demasiado para ti soy yo...
Zack se ríe:
--¿¿como va a pensar eso? eres su nieto... Además... ¡mirate y mirame a mí¡ ¡tú vales mil veces más...¡
Gato no lo mira. Sale del auto.
--te tienes que acostumbrar a que las personas valemos por lo que somos dentro... Seré muy guapo por fuera y todo lo que quieras pero por dentro tal vez esté podrido...
Zack sale del auto. Lo sigue:
--porque dices eso? Yo sé que tú eres el mejor hombre del mundo.
Gato lo mira con tristeza. Le gustaría poder echarse atrás y no meter a ese joven que lo mira con esa devocion en sus planes de venganza pero ya es demasiado tarde. Pone su mano en la mejilla de Zack y le dice:
--tú vales más que yo... No vales menos que los demás, al contrario. Espero que algún día te des cuenta, ahora eres un patito feo pero si pones de tu parte te convertirás en un bello cisne...
Zack se ríe:
--estás loco... como se nota que me quieres mucho. Por eso me dices esas cosas pero yo nunca valdré nada para nadie... sólo para ti.
Gato resopla. Sabe que no tiene sentido tratar que el joven cambie de opinión.
--ven,vamos... Llegamos tarde...
Gato camina rapido, Zack detrás. Se va tropezando pues está muy nervioso.
--¡ten cuidado¡ --le regaña Gato.
Está molesto porque le duele que todos los miren, todos se rien de ellos. Gato quiere pasar a la sala de bodas lo más rapido posible y que todo pase enseguida. La boda es fría. El juez y dos testigos. Los novios detrás de una mesa. Gato no mira al novio. Zack feliz, roza la mano de su amado pero Gato lo ignora. Zack supone que son los nervios. Él está tan nervioso. No puede creer que esté viviendo ese momento. Sus ojos se llen de lágrimas pese a que es una boda muy muy fría y Gato no muestra ni un sentimiento de cariño hacia el hombre con el que se está casando. Gato ha pedido al juez que se salte todos los formulismos posibles, que solo se haga y se diga lo estrictamente necesario. Ese momento que es el más feliz en la vida de Zack para Gato es un molesto trámite necesario para llevar a cabo su venganza contra Demetrio y contra Cayetano.
--Yo los declaro legalmente unidos en matrimonio --dice el juez.
Zack estalla en júbilo. Está esperando que el juez le dé permiso para besar a su marido pero Gato tiene prisa. Firman las actas y se va. Ya en el auto, Gato lo que quiere es dejar atrás ese lugar. Zack le pone la mano en el muslo:
--¿te pasa algo?
--No, porqué? --dice Gato friamente y sin ni mirarlo.
--Eres mi marido. Nos hemos casado y no me has dicho nada. Yo esperaba con ilusión nuestro primer beso de casado.
Gato lo acaricia. Lo mira de reojo.
--cuando lleguemos a la casa me podrás dar todos los besos que quieras y todo lo demás...
Zack lo mira nervioso pero feliz:
--¿en serio?
--Hoy será nuestra primera vez... la primera vez que nos entregaremos el uno al otro...
Zack lo desea pero le asusta. Para Gato es un deber, algo necesario para mantener esa falsa de matrimonio.
Zack y Gato entran en la mansión que ahora es de los dos tomados de la mano. Reunen a todos los empleados. Es Gato el que habla mientras su esposo lo mira ensimismado.
--¡desde hoy yo soy el señor de la casa... Zack y yo nos hemos casado...¡
Se oye murmullos:
--¡¡y a quien no le guste se me larga¡ --Gato.
A Gato le gusta el poder, que todos lo obedezcan, que le digan señor. Desaparece con Zack hacia las habitación. Los dos solos frente a la cama. Gato lo acaricia:
--al fin solos... --dice Gato besándolo.
Zack está muy asustado, peor que un adolescente en su primera vez. Gato es dulce con él:
--bueno, ahora sí... tus sueños se harán realidad. Deja atrás tus miedos, solo piensa en lo que más quieres...
--te quiero a ti... --jadea Zack muy nervioso y excitado.
--pues relaje que todo saldrá bien...
--me da vergüencita --dice Zack que no se atreve a mirarlo a los ojos....
--pues cierra los ojos si lo prefieres...
Zack cierra los ojos. Gato se conmueve, Le quita, los lentes, lo besa. Lo siente temblar de miedo y deseo mientras lo va desnudando. Siente que está cometiendo una profanación.
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